

Discover more from Las mujeres que no salen en los libros
Un mundo en una foto de carnet
Virxilio Viéitez, el fotógrafo que puso rostro a las gallegas anónimas
Allá por los lejanos inicios de los 2000, cuando era estudiante en Santiago, un fotógrafo despertó instantáneamente mi atención en las clases de historia del periodismo. Su nombre, Virxilio Viéitez. Las razones, que no retrataba mundos idílicos ni lejanos, sino a mujeres y hombres que habían nacido en los mismos lugares donde yo lo hice, los pueblos y aldeas de la Galicia rural. Unas décadas antes, eso sí, en los años 50 y 60, pero en medio de un paisaje de grelos, animales domésticos que merecen salir en la foto y familias extensas que es también el mío.
Me fascinaba la desnudez de sus imágenes, simples, sin artificios, cargadas de verdad. Muchas de ellas las protagonizaban mujeres, desde niñas hasta ancianas, a menudo viudas o cabezas de familia en años de emigración, naufragios y pobreza. Como la infancia del propio Viéitez, así era la de muchos niños y niñas de esa Galicia del franquismo: rodeada de mujeres.
Virxilio fue el encargado de realizar en esos pueblos y aldeas las fotos que para aquel entonces comenzaron a ser obligatorias para el DNI. Una sábana blanca servía de fondo y, en primer plano, desnudo de artificios, el rostro de las personas retratadas.
No sabemos el nombre, la edad o la profesión de quienes protagonizan estos retratos, pero los miro y me pregunto cómo se llamaría aquella adolescente, qué pensaría la madre de familia de aquella cámara, qué sentiría la anciana que nunca había sido retratada hasta entonces. ¿Intuirían todas ellas los cambios que estaban por venir?
Difícil saberlo, pero sus imágenes nos devuelven una realidad femenina que ya no es, pero que él retrató con profunda dignidad. Volver a sus imágenes es sentirme más cerca de las raíces.