Orgullosas hijas y nietas del rural
Este 8M, canto a las mujeres anónimas sin las que no seríamos nada
Canto a las abuelas que no aprendieron a leer porque los días se les escurrían entre cestos cargados a la cabeza y maridos a los que había que poner el plato en la mesa.
Canto a las recetas que las viejas usaban para curar parásitos y sanar heridas. ¿A dónde irán cuando nadie las recuerde?
Canto a la niña que fui, buscando renacuajos en estanques ajenos, recorriendo las calles en bicicleta, cuando el tiempo se estiraba con un chicle y nunca pensabas que un día una amiga te sentaría y te diría. “Mi hermana y mi madre se mueren”. Cuando la muerte quedaba tan lejos, aunque tuvieses un tanatorio enfrente de casa.
Canto a los padres que se quedan sin hijos y a los abuelos que solo ven a sus nietos en fiestas de guardar, porque la ciudad los ha engullido en sus pantallas.
Canto a Josefa, que pasó la vida sirviendo en casas ajenas. Luego me enteré que la sentaban en otra mesa a comer. Desterrada. Habitar una casa y que no te consideren parte de ella. Josefa, que con su pañoleta negra, su mandil negro y sus medias negras me dijo desde las escaleras que conducían a su casa, allá en lo alto, que nunca había que decir adiós, sino hasta luego. Yo tenía 9 años. Nunca la volví a ver.
Canto a las mujeres que nunca pudieron decidir el color de sus vestidos, el carmín de sus labios, el destino de sus pasos. Que nunca pudieron decidir.
Canto a las aldeas que se quedan sin niños, detrás de montañas. Que no quieren ser parques temáticos, sino refugio y hogar. Canto a quienes creen que vivir en ellas solo es posible con dignidad. Les canto y les admiro.
Canto a la niña Carmen, que volvía del colegio con su abuela entre prados de margaritas. Y a todas las niñas que lo siguen haciendo. Para que nunca olviden quiénes son y de dónde vienen. Orgullosas hijas y nietas del rural.
compartido en redes (bueno, en las mías que son bien pocas)
Qué bonito canto a las mujeres del rural.
Tu texto me ha llevado a Emérita, una mujer fundamental del libro "Los ingratos", de Pedro Simón, que ahora estoy terminando.
No cuento más para no desvelar el libro.
Un saludo.