La libertad entre anaqueles
Juana Capdevielle llegó a ser jefa de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Ciudad Universitaria de Madrid
Juana Capdevielle, boina en la cabeza y pelo corto de moderna, está en esta foto con la que hoy empiezo mi relato posando en un espacio que se feminizó rápidamente a inicios del siglo XX: una biblioteca. Lo hace, creo, con un punto de orgullo en su mirada. Al fin y al cabo, aquella niña nacida en la madrileña Calle del Barco había llegado muy lejos: nada menos que a jefa de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Ciudad Universitaria de Madrid. Y, aun así, ¿te la has encontrado alguna vez en uno de tus libros de tu texto? ¿Sabías que las mujeres fueron en los años 30 claves en el nuevo proyecto cultural de todo un país?
Y es que su caso es muy relevante pero no único: en las primeras décadas del siglo XX, y sobre todo durante la II República, las españolas fueron accediendo a una cada vez mayor profesionalización, y muchas de ellas optaron por el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.
A Juana la mataron en agosto de 1936, recién iniciada la Guerra Civil. Por ser la esposa de Francisco Pérez Carballo, gobernador civil de A Coruña, nos cuenta la historia oficial. Yo estoy segura de que también por haber desafiado el ideal femenino de esposa y madre y por buscar nuevos horizontes de vida entre aquellos anaqueles. Matándola a ella se mataba también una manera incipiente de concebir lo que una mujer “debería” ser. No habría más Juanas en el ideal del Nuevo Estado franquista.
PS. Si quieres leer más sobre su figura te recomiendo el libro Juana Capdevielle San Martín, bibliotecaria de la Universidad Central, de María Cristina Galllego Rubios, publicado en Ediciones Complutense (su portada tiene la misma imagen que yo he elegido. A ambas, creo, nos ha ganado la fuerza de esa mujer que, como tantas otras, nos fue abriendo camino).